Una noche de verano

Algo que no olvidaré ocurrió en un día de verano, justo después de volver de mi viaje a Praga.
Había estado fuera dos semanas y tenía muchas ganas de reencontrarme con mis amigas.

Las invité a mi casa, estuvimos en la piscina y se quedaron a comer, por la tarde fuimos a la playa y nos lo pasamos muy bien. Sugirieron pasar el resto de la tarde en casa de una de ellas, éramos cuatro. Fue muy divertido estar en su casa y aún coonservamos un montón de fotografías de aquél día. Al final del día alguien tuvo la idea de ir a comprar unas chuches y algunas pipas al Xenxo, a mí no me gustó del todo la idea porque estaba anocheciendo.

No era la única a la que no le parecía muy bien, pero nos convencieron y al final fuimos. No pasó nada importante y pensé que me había preocupado para nada, estuvimos un buen rato allí y empezamos a hacer el tonto jugando al escondite, pasó el tiempo y cuando ya había oscurecido del todo decidimos volver. Íbamos de camino hacia su casa otra vez, había una bifurcación en el camino y cómo no, una de mis amigas y yo preferíamos tomar el camino corto, las otras dos se aburrían y decidieron tomar el otro camino.

Mi amiga y yo, íbamos a paso rápido, porque no nos daba muy buena pinta el lugar. Pasamos frente a un pequeño callejón, que desembocaba en un campo lleno de árboles y arbustos, continuamos nuestro recorrido sin entrar en el campo.

Empezamos a escuchar ruidos y, asustadas, empezamos a correr.
Miramos hacia atrás y vimos una mancha negra, corrimos cada vez más, y cuando ya estábamos en el final de la calle, muy cerca de nuestro destino, paramos, ya cansadas y nos giramos de nuevo para descubrir qué o quien era.
No vimos nada y pensamos que ya se había ido o que solo nos lo habíamos imaginado, pero de repente, volvimos a escuchar ruidos extraños, como si fueran pasos, y asustadas, empezamos de nuevo a correr, o al menos a intentarlo, pero estábamos agotadas y no podíamos ir deprisa.

Al fin paramos y no sabéis que susto nos dio, más bien dicho, que susto nos dieron, eran nuestras amigas.

Puede que la historia parezca un poco estúpida, pero el susto que nos llevamos no lo olvidaremos nunca.