
En la escritura del español se observan tres grandes etapas, que coinciden en términos generales con los tres momentos de la evolución histórica de la lengua. Los primeros documentos que se escriben en castellano no se ajustan a una única norma ortográfica, porque no existía; pero a partir del reinado de Alfonso X sí se detecta una cierta uniformidad, en la que prevalece el aspecto fonético de cada palabra, ya que se intentan reproducir las creaciones recientes de una lengua que se esfuerza por ocupar el lugar del latín como lengua culta. Algunas de las grafías hoy desaparecidas
• ss -> corresponderia a un sonido sordo de S
• ç -> equivaldria al sonido TS
La ortografía del español utiliza una variante modificada del alfabeto latino, que consta de 27 letras: A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L, M, N, Ñ, O, P, Q, R, S, T, U, V, W, X, Y y Z. Los dígrafos CH y LL tienen valores fonéticos específicos, y durante los siglos XIX y XX se ordenaron separadamente de C y L, aunque la práctica se abandonó en 1994 para homogeneizar el sistema con otras lenguas. Las vocales (A, E, I, O y U) aceptan, además, el acento agudo o tilde ('), para indicar la sílaba acentuada y la diéresis o crema (¨), que modifica a la U en las sílabas gue, gui para indicar su sonoridad.
1 comentario:
Sandra, este comentario está hecho para salir del paso. Te limitas a coger de aquí y de allá, sin más.
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