Volver a tu burbuja

Cuando eres pequeño, no te das cuenta de muchas cosas que pasan a tu alrededor. Vives en una burbuja de sueños y de miedos imaginarios, creados por uno mismo y esto es lo que muchas personas buscamos hoy en día. Pero llega un punto en el que esta burbuja se rompe, puede ser por la edad, por sucesos en tu vida que te puedan haber afectado o simplemente porque vas recibiendo conocimientos y aprendiendo cosas nuevas en el día a día. De allí nace el carácter de una persona. Al principio eres inocente, te sientes pequeño e indefenso, y buscas protección con personas cercanas, ponemos el ejemplo de los padres o los hermanos. Ellos siempre te protegen de cualquier cosa, tanto, que en el momento en que creces, siguen pensando que necesitas protección. La historia de María es un buen ejemplo. Ella era una chica cualquiera que como muchos quería que su vida fuera perfecta. De pequeña jugaba en el parque con sus amigas, comía en casa con su familia y hablaba de sus problemas de niñas y ellos la escuchaban. Su padre la ayudaba con los deberes y los fines de semana iban a ver a sus abuelos. Poco a poco se hacía grande, y notaba como el comportamiento de su padre cambiaba. Muchas veces no venía a comer, tampoco venia al parque a vigilar para que no pasara nada, y veía a su madre triste. Cuando ya no pudo mas, le preguntó qué es lo que le pasaba a su padre y su madre le respondió que se divorciarían. Ella se preguntaba, ¿qué es? ¿Su padre no volvería a estar con ella? ¿Era su culpa? Esa burbuja, se rompió. Claro que vería a su padre, pero diferente. No dormiría en casa, ni volvería a explicarle cuentos como cuando era pequeña, solo estaría con él, en una casa desconocida algunos días. María se fue acostumbrando a esa idea, y aunque no quisiera decirlo, echaría de menos el pasado. Porque cuando empiezas a conocer más de lo que te pensabas, allí te rebelas, contra todos, contra el mundo. Porque hay muchas injusticias en la vida, que pueden resolverse pero no se hace por egoísmo e hipocresía. Todos necesitamos volver a esa burbuja, soñar, tener nuevas esperanzas.