Anna Paulova

De Anna Paulova, una niña frágil, pero gran bailarina, nacida el 31 de enero de 1882 en San Petersburgo, lo que más me ha llamado la atención de su biografía es su muerte.

«Prepara mi vestido de cisne» -estas fueron, según cuentan, las últimas palabras de esta gran bailarina, dirigidas a su ayudante de cámara, una media hora antes de morir, estando ella en La Haya. En esa acción de Paulova se muestra su sacrificio y sus ganas de bailar.

Pavlova había estado enferma, muy enferma; sin embargo su fe y espíritu de lucha, su entrega al público y su personaje, le impedían claudicar. Por ello ese deseo de seguir representando su papel, el papel de cisne, en esa obra de Tchaikovsky: "El Lago de los Cisnes.

Ella estuvo bailando el 'Lago de los Cisnes' durante 25 años y esta por seguro que volvió a ser lo mismo, porque creo que por muy buena que fuera la bailarina que ocupase su lugar dudo que se dejara tanto la piel como ella. Porque según he ido leyendo parece que Paulova nació para ser bailarina y murió haciendo lo que mejor se le daba: Bailar.

He aquí la anécdota de su biografía que mas me a llamado la atención. Paulova para mi ha sido un ejemplo de sacrificio y trabajo por lo que a uno le gusta. Por mucho que no me guste el baile, sé que si sigo su camino de esforzarme hasta el último momento en lo que a mi me gusta podré llegar lejos.