Esto sucedió un día de verano, justo el 18 de Julio de 2003, cuando yo tenía 8 años en Zamoranos, el pueblo de mis primas donde pasábamos la mayoría de veranos. Mi hermano Rafa tenía 13 años; mi prima, Irene, tenía 12 años; mi prima Araceli tenía 7 años; y yo tenía 8 años.
Íbamos a comprar chucherías a la “Pepa”, la única tienda de chucherías que hay en todo Zamoranos.
Al salir de la tienda nos encontramos con unos chicos bastante corpulentos, íbamos hacia el poli donde íbamos a estar toda la tarde, mi prima se giró y vio que nos perseguían y entonces gritó:
- ¡Correeeeer! Y empezamos a correr todos y mientras corríamos mi hermano me dijo:
- Jose, ¿estás bien?
Pero yo solo contesté que cuándo íbamos a parar de correr.
Y al llegar a la cima de la montaña de al lado del poli donde estuvimos un buen rato esperando a que se fueran, a lo lejos se veía el patio trasero de mi abuela donde estaba ella tendiendo y yo le vi y le saludé, puso una cara como la de cuando vengas a casa te vas a enterar y mi hermano me dijo:
- Jose agáchate!
Y me agaché.
Estuvimos perdidos por la montaña un buen rato, pero llegamos a casa sanosy salvos
Después la regañina no fue poca, ya que mi abuela les había dicho a mi hermano y a mi prima que no fuéramos a la montaña.
Mi hermano y mi prima les contó todo le que había pasado pero mi abuela decía que era una tontería.
Y mi prima nos dijo que era mentira que nos perseguían, que lo que querían era subir a la montaña y pasar un buen rato allí arriba.
Íbamos a comprar chucherías a la “Pepa”, la única tienda de chucherías que hay en todo Zamoranos.
Al salir de la tienda nos encontramos con unos chicos bastante corpulentos, íbamos hacia el poli donde íbamos a estar toda la tarde, mi prima se giró y vio que nos perseguían y entonces gritó:
- ¡Correeeeer! Y empezamos a correr todos y mientras corríamos mi hermano me dijo:
- Jose, ¿estás bien?
Pero yo solo contesté que cuándo íbamos a parar de correr.
Y al llegar a la cima de la montaña de al lado del poli donde estuvimos un buen rato esperando a que se fueran, a lo lejos se veía el patio trasero de mi abuela donde estaba ella tendiendo y yo le vi y le saludé, puso una cara como la de cuando vengas a casa te vas a enterar y mi hermano me dijo:
- Jose agáchate!
Y me agaché.
Estuvimos perdidos por la montaña un buen rato, pero llegamos a casa sanosy salvos
Después la regañina no fue poca, ya que mi abuela les había dicho a mi hermano y a mi prima que no fuéramos a la montaña.
Mi hermano y mi prima les contó todo le que había pasado pero mi abuela decía que era una tontería.
Y mi prima nos dijo que era mentira que nos perseguían, que lo que querían era subir a la montaña y pasar un buen rato allí arriba.
4 comentarios:
¿Dónde están los vínculos? Vuelve a editar y añádelo.s
Jose, este texto debe estar vinculado. Se trataba de hacer un hipertexto.
¿A sin Isabel?
Ahora está perfecto.
Publicar un comentario