Los de 2º de bachillerato 2013

lunes, 21 de marzo de 2011

Andrew Banderases



Poema
Como aquel árbol débil que se adapta a la embestida del viento,
mientras el mundo se acaba, se rompe su cimiento.

Nos percatamos de los problemas del roble Gadafi en Líbia.
Observamos el día a día del endeble chopo de Japón.
Pero a la hora de la verdad, no podemos
mantenernos con nuestro propio pie.
Nosotros somos los títeres supremos:
nadie sabe el porqué.
Andrew Banderases pregunta:
¿Seremos capaces de hacer algo?

Heterónimo
Andrew Banderases era un hombre muy admirado en su pequeño barrio de Los Ángeles (Santa Mónica). Era un hombre culto, un hombre de letras, un gran hombre. Él se sentía importante, todo el mundo le ve importante, se le había subido a la cabeza la fama. Maldito día fue el que la señorita Ashling Monroe le ofreció ser la imagen de la campaña publicitaria de California. Él se cree California y California no es él. No tiene ni la menor idea de que tiene una grave enfermedad, no podía vivir como un rey si no era tal. Se miraba en el espejo y no se veía a él mismo sino a su ideal como hombre. Vivió engañado durante mucho tiempo hasta el día que vio una foto de cuando era pequeño con su familia y salía llorando. Esa foto mostraba su fragilidad, la fragilidad que siempre tuvo la que le hizo conocer a Ashling Monroe, su psiquiatra infantil. No solo era su psiquiatra infantil sino que él estaba enamorado de ella platónicamente, cosa que finalizó con una humillación drástica: Ashling le dijo que California era el peor estado y que sentía asco hacia ella, que se iría a Tejas a vivir ya que California no le dejaba en paz. Andrew Banderases se puso a llorar y se fue a vivir a Tejas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Antoni, bien, perfecto. La imagen es espectacular. Las referencias a la realidad me parecen muy apropiadas.

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