Los de 2º de bachillerato 2013

miércoles, 23 de marzo de 2011

Indira


Indira desde muy pequeña tuvo una vida muy dura, fue huérfana con tan solo 3 años, vivió con sus abuelos hasta los 10 años, desde ese momento tuvo que aprender a sustentarse, y sobrevivir ella misma. Lo único que le quedaba era lo que sus abuelos le habían transmitido desde pequeña, todas sus creencias religiosas, y su pasión por otras religiones orientales. Desde pequeña, cuenta ella que sus abuelos siempre le contaban historias, leyendas, de aquellas tierras lejanas, le leían libros, donde aparecían todas esas historias de los dioses, ellos mismos fueron los que le pusieron ese nombre indio, el nombre de la diosa Lakshmi, esposa de Naray...
A Indira le encantaba estar rodeada de signos, de fotos, libros, de miles de cosas que habían en casa de sus abuelos. Y cada vez más, más y más. Cuando sus abuelos fallecieron fue donde ella se metió de lleno en este mundo hinduista, porque era su manera de escape, a la soledad, a la tristeza, que le dejo la pérdida de sus abuelos.
Se trasladó a la India para conocer esos lugares de aquellas historias, para vivir de cerca la religión, para llenarse de aquella sabiduría, paz, tranquilidad, y desde allí, empieza su inspiración por la poesía, se basa en la vida que le han enseñado a vivir respecto a esa religión, a cómo es la vida, vista desde allí, en muchos describe los paisajes hermosos que ha visto a lo largo de su recorrido por la India, y como esta religión ha sido su manera de vivir.


Avezado a la ayuda,
ignorante del esfuerzo,
avaro con el próximo,
de pensamiento aceptador
más no ofrecedor,
esperanzador de la piedad
del mundo de mano abierta.
¿Por que no gratificas tú tu brazo?

1 comentario:

Unknown dijo...

Magnífico el texto en prosa. Diana, ya veo que te gusta mucho más la prosa que la poesía.

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