Los de 2º de bachillerato 2013

lunes, 2 de mayo de 2011

Estamos hechos de la misma materia que los sueños


Hacía tanto tiempo que no la veia, sus ojos grises que cambiaban con la luz o el reflejo la belleza que la rodeaba, hoy por la tarde caminando me he encontrado con esa vieja amiga, amante que tanto compartimos, sí que ha pasado tiempo, nuestra mirada se cruzó por unos segundos y luego regresamos a buscarnos y volver a encontrarnos, sí que nos amábamos, hoy estoy seguro de que su corazón latió igual que el mío, al recordar lo que tanto nos unió, éramos tan jóvenes. Ella diecisiete años y yo diecinueve, con su piel dorada bajo el sol, su cabello negro brillante que me cubría como su pasión,y yo la amaba así con la sencillez de la juventud, sin complicaciones, sin misterios sin rencores. Vivíamos en un pequeño pueblo donde la gente era muy creyente y buena en general, pero se les dificultaba mucho el permitir algún cambio, es no era posible, todo era como si debiera ser así y no había duda o confrontación alguna, los hijos aprendíamos el oficio de los padres y ese era el único que debíamos seguir, eso era lo correcto, las mujeres aprendían a ser buenas amas de casa y buenas madres, solo algunas llegaban a ir al Instituto, aquellas que eran las más rebeldes y esa era Mery, a la cual conocí ahí, fue un amor a primera vista, a partir de que nos conocimos no nos soltábamos el uno al otro, éramos tan felices, emocionados robábamos el coche de mi hermano para a toda velocidad ir hacia el río, al llegar ahí recorriendo aquellos hermosos valles verdes, caminábamos durante horas para descansar a la sombra de un gran árbol y ahí junto al río quien fue testigo de nuestro amor por primera vez. Donde nuestros cuerpos y almas se juntaron como si de un juramento se tratara, donde la palabra "eterno" era sinónimo de perfecto y felicidad.
Esto provocó que Mery se embarazara y nos casamos, una boda sin vestido blanco, sin sonrisas ni flores, pero nuestro amor era muy grande y teníamos un sueño en común.
Yo empecé a trabajar en una empresa de construcción como obrero, pero por los problemas económicos la cerraron y yo fuí uno de los despedidos, con todo esto la llama de nuestro amor se veía poco a poco apagarse con tanto recuerdo, sueños enterrados e ilusiones perdidas, "Yo hacía como que no recordaba y ella como si no le importara". Con mi pérdida de trabajo y sin poder encontrar otro para mantener a mi familia, Mery un día desapareció llevándose con ella todo lo que algún día habíamos soñado y forjado juntos, nuestras promesas, nuestro amor eterno, y nuestro hijo. Aquella tarde lluviosa fui al río con la esperanza de encontrar nuestro amor eterno, pero sólo me encontré con aquel río viejo y seco que significaba: nuestro desamor imperfecto, como si se tratase todo sólo de un reflejo, de aquélla agua que antes corría ahora solo quedaba polvo, piedras y lágrimas de dolor que caían por mis mejillas y llegaban a un fondo seco sin salida. No los volví a ver.
Su familia le ayudó para iniciar en otro lugar lejos de mi. Ahora que el tiempo ha pasado, con los sueños rotos y con una vida monótona pasé de ser un joven que por las nubes volaba a ser un viejo que por calles vaga. Y así fue como hoy en un instante de segundo nos miramos fijamente y nos encontrábamos después de veinte largos años, ninguno sabía qué había sido de la vida del otro, mientras percibí cómo se erizaba la piel en mi cuerpo, me hizo recordar que aún sigo "vivo" y que aquel joven nunca murió, sólo estaba dormido por temor.
Como dice un viejo dicho, "Nunca dijeron que sería fácil sólo prometieron que valdría la pena".

1 comentario:

Unknown dijo...

Juan Pablo, la historia tiene una gran calidad. Has recreado muy bien la canción.

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