Los de 2º de bachillerato 2013

domingo, 19 de febrero de 2012

Bruegel y Manrique

El pintor escogido es Pieter Bruegel el Viejo y el escritor Jorge Manrique. Las obras que analizaremos son El triunfo de la muerte y las extensas Coplas a la muerte de su padre.
Pieter Bruegel el Viejo nació en Breda el 1525 y falleció el 1569 en Bruselas. Fue un pintor y grabador brabanzón. Fundó una verdadera dinastía de pintores y se le considera uno de los grandes maestros del siglo XVI y el más importante pintor holandés de ese siglo. Está considerado una de las cuatro grandes figuras de la pintura flamenca. Su temática es conocida por sus paisajes, se le llega hasta a considerar como el primer artista occidental que pintó paisajes como tema principal en lugar de como fondo de alegorías religiosas. Solía crear una historia combinada entre varias escenas en una sola pintura. Una parte de su obra le enlaza con su predecesor El Bosco y representaba temas apocalípticos (El triunfo de la muerte, entre otros). También destacó en escenas familiares y populares, de género, pobladas por campesinos con un gran elemento paisajístico. Éstas tenían una intención moralizante, representaban los defectos del ser humano, tal como el mismo Bosco en La Piedra de la Locura y la necedad del mundo. Uno de sus temas más famoso es La torre de Babel que simbolizan el destino fatal de la creciente sed de poder del ser humano.
Jorge Manrique nació en Palencia en 1440 y falleció en Santa María del Campo Rus el 1479. Fue un poeta español perteneciente al Prerrenacimiento y autor de las Coplas a la muerte de su padre, uno de los clásicos de la literatura española de todos los tiempos. Su obra poética no es extensa, apenas unas 40 composiciones. Se suele clasificar en tres grupos: amoroso, burlesco y doctrinal. Son, en general, obras satíricas y amorosas convencionales dentro de los cánones de la poesía cancioneril de la época, todavía bajo influencia provenzal, con un tono de galantería erótica velada por medio de finas alegorías.
El triunfo de la muerte: Es una panorámica de la muerte: vemos el cielo oscurecido por el humo de las ciudades ardiendo, al fondo un mar plagado de naufragios; a la orilla hay una casa, alrededor de la cual se agrupa un ejército de muertos. El paisaje, anodino y arrasado, nos habla de la pequeñez, crueldad y falta de sentido común del hombre, que pretende cambiar un destino impuesto. Se alzan mástiles coronados por ruedas, picotas en las que se ajusticia a criminales; sus cadáveres se balancean. Hay una cruz, solitaria e impotente en el centro de la pintura, y la Muerte avanza con batallones de esqueletos; sus escudos son tapas de ataúdes y conducen a la gente a un ataúd que es un túnel decorado con cruces; un esqueleto a caballo destruye personas con su guadaña. Por todas partes son atacados los desamparados hombres; aterrorizados huyen o intentan en vano luchar. No hay defensa posible, los esqueletos matan de muy variadas maneras
Coplas a la muerte de su padre: Esta obra pertenece al género poético de la elegía medieval o planto y es una reflexión sobre la vida, la fama, la fortuna y la muerte con resignación cristiana. Se inspira en los precedentes clásicos y medievales del género y en el Eclesiastés, pero también contiene alusiones a la entonces historia reciente de Castilla e incluso a sucesos en los que pudo estar presente el propio autor.
La relación que mantienen ambos autores y sus respectivas obras reside en su tema. El triunfo de la muerte nos describe el incesante dolor de la gente que vive en el mundo, la penumbra, la agonía, la Muerte. Esta obra nos ofrece una pauta de reflexión en torno al valor de la razón y la civilización, como fomentadores de vida, en el marco de la decadencia y el caos. Tanto las actitudes destructivas del ejército de la muerte, como la de las personas que lo sufren y afrontan, son particulares de lo humano. Logra transmitir todos estos pensamientos mediante una pintura. mientras que las Coplas a la muerte de su padre, de forma escrita nos describen la vida como algo pasajero, de transición acelerada con un dolor y pena profundamente simbólicos y con muchos tópicos literarios como el tempus fugit y la fugacidad de la vida, pero el más importante de todos: el poder igualatorio de la muerte. La muerte, personificada en las Coplas se presenta ante don Rodrigo con una actitud amable, nada que ver con la figura espantosa, cruel e implacable que hemos podido observar anteriormente en las primeras coplas. Manrique está poniendo en dos niveles distintos la muerte de una persona cualquiera y la muerte de su padre. Ésta última viene con una actitud comprensiva, de ayuda e incluso trata de convencerle de que la vida eterna que deja con su fama es mucho mejor que la terrenal.
La pálida muerte llama con el mismo pie a las chozas de los pobres que a los palacios de los reyes. Horacio
Este tema existencial siempre ha preocupado profundamente el ser humano. Sin ir más lejos en nuestra vida diaria observamos distintas religiones, las cuales todas prometen una vida posterior a la muerte. Multitud de pensadores han dejado su pequeña huella en este ámbito con algunas frases y la mayoría de ellas tratan de moralizarnos sobre que no tenemos que preocuparnos por ella, sino que aceptarla y así poder mantener una vida digna.
Si quieres poder soportar la vida, debes estar dispuesto a aceptar la muerte. S. Freud

1 comentario:

Unknown dijo...

¡Perfecto, Andreu! ¡Has encontrado pintura y texto bien relacionados!

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