Garcilaso de la Vega y Paolo Veronese: Venus y Adonis

El Renacimiento nació y se desarrolló en Italia durante los siglos XV y XVI, y fue extendiéndose progresivamente por toda Europa. Llegó a España en el siglo XVI y supuso grandes cambios en todos los ámbitos de la sociedad: religión, pensamiento, lengua…Este movimiento se centró en la visión antropocéntrica del mundo. Al contrario que en la Edad Media -Dios era considerado el centro del universo- en el Renacimiento lo es el ser humano. Se transmitía una percepción optimista de la vida, el deseo de aprovechar el momento y disfrutar de la vida al máximo antes de morir.
En el ámbito de la lengua nació la lírica italianizante. Uno de los autores más influyentes en esta nueva poesía fue Petrarca (consideraba el amor como un sentimiento supremo). Con la llegada del Renacimiento, algunos autores españoles empezaron a emplear nuevas formas métricas como el verso endecasílabo y heptasílabo, y también estrofas como el soneto. Los temas de sus obras se vieron influidos por la inspiración italiana: naturaleza idealizada (locus amoenus), la mitología y los tópicos.
Uno de máximos exponentes de la lírica italianizante fue Garcilaso de la Vega. Se centró en la concepción petrarquista del amor (el ideal de belleza femenina), la naturaleza armónica y la mitología. Una de las églogas más relevantes entre todas sus obras es la Égloga III. En ésta se representan mitos de amor como por ejemplo el de Venus y Adonis. El argumento principal se centra en la disputa entre Venus y Perséfone por la custodia de Adonis. Las diosas consiguen llegar a un acuerdo y el joven permanece cuatro meses con cada una de ellas, aunque Adonis prefirió pasarlos con Venus. Adonis era un apasionado de la caza, la cual le trajo graves consecuencias ya que murió corneado por un jabalí. Esta escena se ve fielmente reproducida en la obra del pintor Paolo Veronese.
Veronese también perteneció al periodo del Renacimiento. El arte del renacimiento supuso la elaboración de un nuevo sistema de representación totalmente contrario al de la Edad Media. El arte antiguo se caracterizaba por la expresión de un determinado concepto es decir, se centraba en un punto en concreto de la pintura. En cambio, la pintura renacentista se expresa de una forma más global, y da más importancia al paisaje que rodea la escena representada. En el estilo de sus obras destaca el gran colorido y el lujo. Se interesaba por la perfección del dibujo y tenía un gran gusto por las atmósferas luminosas y el sentido decorativo de la composición. Veronese también refleja fielmente en su obra el ideal petrarquista de la belleza femenina ya que representa a Venus con la piel blanca, el cabello rubio como el oro…
Los dos autores coetáneos reflejan perfectamente las características del Renacimiento y plasman en sus obras los temas más representativos del movimiento. Es tal su fidelidad a la hora de seguir las particularidades del Renacimiento que coinciden al tratar el mito de Venus y Adonis.


''Climene, llena de destreza y maña,
el oro y las colores matizando
iba, de hayas una gran montaña,
de robles y de peñas variando;
un puerco entre ellas de braveza extraña,
estaba los colmillos aguzando
contra un mozo; no menos animoso,
con su venablo en mano, que hermoso.

Tras esto el puerco allí se vía herido
de aquel mancebo por su mal valiente,
y el mozo en tierra estaba ya tendido,
abierto el pecho del rabioso diente;
con el cabello de oro desparcido
barriendo el suelo miserablemente,
las rosas blancas por alí sembradas
tornaba con su sangre coloradas.

Adonis este se mostraba que era,
según se muestra Venus dolorida,
que viendo la herida abierta y fiera,
estaba sobre él casi amortecida.
Boca con boca coge la postrera
parte del aire que solía dar vida
al cuerpo, por quien ella en este suelo
aborrecido tuvo al alto cielo''

(versos 179-193, Égloga III, Garcilaso de la Vega)