Nací en Mora la nova, un pueblo
de la Ribera
d’Ebre y vine a vivir a Cambrils cuando tenia ocho años. Desde tercero de
primaria me han enseñado el inglés, aunque las lenguas que más domino son el
castellano y el catalán.
Hay dos dialectos generales del
catalán; el oriental y el occidental. El occidental tiene una clara distinción
entre las vocales como [a]/[e] y [o]/[u] ya que no se utiliza la llamada vocal
neutra como en el oriental. Otra diferencia son los acentos, ya que en el
occidental solo existe la [e] cerrada, mientras que en el occidental puede ser
[e] con acento y pronunciación abierta o cerrada.
Si hablamos de diferencias
morfológicas el ejemplo más claro son los artículos masculinos lo y los,
que en el dialecto oriental serian el y
els. Otros ejemplos son los
pronombres y terminaciones de los plurales. En el léxico hay ciertas palabras
con diferencias entre el oriental y el occidental, aunque puede variar mucho
dependiendo de cada pueblo, y no se puede hacer una norma que incluya todas la
variaciones de una palabra.
Mi lengua materna y paterna es
el catalán de Lérida, o sea, occidental, por lo que la mía también. En mi día a
día hablo catalán en casa y con los amigos ambas. El catalán de Lérida se
denomina noroccidental y abarca comarcas del Segre y de l’Ebre. Cuando
vine a vivir a Cambrils no supuso ningún cambio en mi lenguaje de manera oral,
pero tuve dificultades con los acentos y vocales neutras. Este dialecto del
catalán tiene influencias valencianas y de Matarranya (comarca de Aragón) principalmente.
Aunque ya lleve casi diez años viviendo aquí, sigo teniendo el acento occidental cuando hablo o leo. Pese a no haber cambiado mi lenguaje oral, sé escribir perfectamente el catalán con sus acentos y sus tónicas y átonas.
Aunque ya lleve casi diez años viviendo aquí, sigo teniendo el acento occidental cuando hablo o leo. Pese a no haber cambiado mi lenguaje oral, sé escribir perfectamente el catalán con sus acentos y sus tónicas y átonas.
El castellano siempre se me ha
hecho más fácil ya que no hay acentos abiertos y, aparte, el dialecto del Ebro
o de Lérida acepta bastantes castellanismos. En la fonética también tendría más
facilidades con el castellano que con el catalán, ya que lo que pronuncio en
catalán no es lo “correcto” en el Campo de Tarragona. Como vivo en una zona
bilingüe, mi castellano se ve influido por al catalán y, a su vez, el catalán
está influido por el dialecto del Ebro, creando así una mezcla de lenguas. Esta
mezcla de lenguas se ve afectada constantemente por el sexo y la edad, ya que
el grado de formación aún no influye en mi lenguaje.
Tanto en la comunicación escrita
como en la oral suelo utilizar el registro coloquial, siempre basándose en el
respeto del receptor, ya que creo que la confianza hace que la gente saque su
verdadera personalidad. En ciertos momentos se me pueden escapar palabras o
frases del registro vulgar, como a la mayoría de jóvenes, pero no suelo
utilizarlo ni con amigos ni con familiares. El registro formal lo utilizo normalmente
cuando se tratan de aspectos del instituto o personas ajenas a mi círculo de
conocidos.
1 comentario:
¡Muy buen artículo! ¡Bien argumentado y bien documentado!
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