Los de 2º de bachillerato 2013

domingo, 7 de noviembre de 2010

La adolescencia


Todo el mundo dice que la adolescencia es una época difícil y complicada. No todos los adolescentes son iguales. Unos son más gamberros que otros, unos más tranquilos que otros. Lo que más nos molesta es que nuestros padres siempre estén encima de nosotros. A nosotros nos molesta pero ellos lo hacen porque quieren lo mejor para nosotros y nos quieren. Si eres un chico/a que nunca se a metido en problemas, es muy estudioso y siempre hace caso de sus padres eso puede cambiar muy fácilmente. Con un cambio de colegio, hacer nuevos amigos, empezar a salir con una chica. Hay muchas cosas que te pueden hacer cambiar. Pongamos por ejemplo un chico llamado Carlos. Es un chico que siempre obedece a sus padres, estudia mucho, nunca llega tarde a casa y nunca se ha metido en problemas. Un día llega a una nueva escuela y conoce a un par de chicos y una chica de su edad. Los chicos se llamaban Iñaki y Juan y la chica Natalia. Se hicieron amigos enseguida. Pocos días después Juan les invitó a su casa a pasar la tarde. Carlos les preguntó a sus padres si podía ir. Le dijeron que no, que aquella tarde se tenía que quedar estudiando en casa. Él obedeció. Llamó a Juan para decírselo. Esto ocurrió varias veces. Cada vez que Carlos le preguntaba a sus padres si podía ir con sus amigos ellos le decían que no. Un día Carlos se cansó de que no le dejaran ir a ningún sitio, y cuando Natalia le propuso de ir de pícnic al lago de las afueras ese fin de semana, Carlos les dijo a sus padres que tenía que ir a hacer un trabajo en casa de un amigo este fin de semana. Sus padres le creyeron y le dejaron ir. Llegó el fin de semana. Carlos se dirigió al lago donde le aguardaban sus amigos. Los amigos se sorprendieron de ver a Carlos allí. Pensaban que no vendría, como había hecho otras veces. Pero estaba allí. Comieron, jugaron un poco a cartas, nadaron un poco en el lago y durmieron un poco. Antes de despedirse Iñaki les comenta que esa misma noche hará una fiesta en su casa. Todos le dicen que allí estarán. Carlos ni se lo preguntó a sus padres si podía ir. Espero a que se durmieran y se escapó por la ventana de su cuarto. Iñaki lo recibió en la puerta y lo acompañó hasta donde estaban Natalia y Juan. Empezaron a beber y a fumar. Carlos al principio no quiso ni beber ni fumar. Pero insistieron tanto sus amigos que al final lo hizo. Media hora más tarde ya iban todos borrachos y fumados. Tenían la música a tope y no paraban de beber. Al poco rato sonó el timbre y apareció la policía. Les dijeron que apagaran la música y que se fueran todos a casa. Pero como era de esperar todos opusieron resistencia. Al final hubo 4 detenidos, entre ellos Carlos y Juan, pero ningún herido. En comisaría Carlos esperaba a que sus padres le vinieran a buscar. Cuando llegaron se llevaron a Carlos a casa y se llevó una bronca que nunca olvidaría.
La moraleja es que siempre hay que hacer caso a nuestros padres, nos guste o no. Ellos solo quieren lo mejor para nosotros. Y para que eso pase hay que hacerles caso. Si les obedeces y te portas bien con ellos ellos se portarán bien contigo y te dejarán hacer muchas cosas.

1 comentario:

Unknown dijo...

Bueno, Joel, ¡has escrito un buen artículo!

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