Van nunca tuvo mucha suerte, nació en 1853, en una época que no lo entendió, en Holanda, un lugar que tampoco lo entendió. Quizás se avanzó a su época y fue demasiado moderno. A él sólo le gustaba pintar y lo hacía muy bien. La gente de aquella época le llamó “er tito de Holanda” y nunca se lo tomaron en serio. A él no le importaba, seguía haciendo lo que le gustaba, pintar, aunque no vendió ni un solo cuadro mientras vivió. Durante el día dormía y cuando llegaba la noche pintaba. Ahora sus cuadros valen muchísimo dinero y “er tito” ahora es un “genio”. Cosas de la vida. Si él lo viera no se lo creería porque murió de forma muy triste, encerrado en un hospital psiquiátrico. Por suerte, no hizo caso de la gente que se reía de él y le decía que sus cuadros eran malos. Murió joven, tenía solo 26 años pero hasta el último día de su vida siguió pintando. No sé si fue muy feliz pero de una cosa si podía estar satisfecho; luchó contra todos y aunque no ganara dinero se dedicó a lo que a él le gustaba. No se dejó influir por la gente y aunque vivió poco tiempo lo hizo como él había querido.
Como una paloma encerrada
Quieren quitarme mi libertad
Pobres infelices
No saben que el pensamiento es libre
Y es lo que me da la dignidad
Un consejo os voy a dar
Y es que luchéis por vuestra verdad
Como el volcán a punto de estallar
Nadie ni nada
Os podrá parar
¿ es o no es verdad?
1 comentario:
Bien hecho, Marc. Hay una estrecha relación entre el heterónimo y el poema. El dibujo también es apropiado.
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