Mike Stanly

Mike Stanly no tuvo una infancia agradable, su padre era el tipo que pegaba a la madre, bebía y se estaba asta las tantas fuera en los bares bebiendo. Mike vivía con sus cuatro hermanos, todos más pequeños que él. El solo tenía trece años cuando su padre murió de una sobredosis. Aún teniendo este mayor problema, la madre siguió para adelante. Él tenía que cuidar de todos sus hermanos pequeños, ya que su madre trabajaba doble jornada en la fábrica para poder traer un dinero a casa.
Mike era un chico tímido, eso le causaba problemas en el colegio. Los chicos más populares de su clase le marginaban, le insultaban y le pegaban. Mike en vez de quejarse a su madre, se lo quedaba callado y sacaba toda la rabia que tenía hacía el deporte que ama, el baloncesto.
Mike pasaba horas practicando su tiro en la cancha del colegio. El primer año se presentó para haber si lograba estar en el primer equipo, el entrenador lo rechazó por ser “bajito”. Ese verano Mike creció diez centímetros y pasó de medir 1,75 a medir 1,85 m. El siguiente año Mike, después de un año de entrenamiento personal cada día después del colegio, intenta hacer el equipo y acaba siendo escogido como titular de su posición.
Ese año Mike fue escogido mejor jugador del estado de su nivel. Su madre en ver que lograba en este deporte, le intenta ayudar lo más que puede.
Ahora Mike es profesional y ha ganado seis campeonatos de la NBA.

El fracaso es algo que existe,
Pero es el éxito, lo que buscamos
Aunque se encuentre menos, o se resiste,
Una vez lo tenemos, se queda en nuestras manos.

¿Por qué no lo buscas?