Antonio Machado, generación del 98

El poema

Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas.

Análisis

El poema “las moscas”, de Antonio Machado (poeta perteneciente a la Generación del 98) se inscribe dentro del primer libro del poeta Soledades, publicada en 1902 y dentro de la sección titulada “Humorismos, fantasías, apuntes”.

Antonio Machado (Sevilla, 1875- Colliure 1939) es un poeta de principios de siglo XX que empezó siendo modernista y que más tarde, se “pasó” a la Generación del 98.

Este poema pertenece a la etapa modernista, sobre todo al intentar buscar cotidianidad o familiaridad (temas como las moscas, las abejas, la noria, el viajero…) y la preocupación por la adjetivación al estilo de Rubén Darío. Así, parece pensar que no hay nada más poético y a la vez cotidiano como son las moscas para ser las protagonistas de un poema.

El poeta dedica los 39 versos del poema a hablarnos de los protagonistas del mismo, las moscas. Así, nos las hace ver primero como (los 4 primeros versos) algo familiar, goloso, vulgar,… Luego continua (en los 4 siguientes) tildándolas de voraces y pasa a hablarnos (versos siguientes) de distintas situaciones en las que nos podemos encontrar todos con las moscas. Moscas que también recuerda el autor de su infancia, adolescencia, juventud,… : moscas familiares otra vez que le acompañan siempre Y moscas que están siempre en todos lados y , por ello, evocan al autor “todas las cosas”.

“Homenaje” a las familiares, inevitables y golosas moscas que acompañan siempre al autor. Es una evocación a que nos fijemos en lo cotidiano, que normalmente pasa desapercibido.

El poema Las Moscas, de Antonio Machado lo podemos dividir, internamente, en 3 partes bien diferenciadas:

1. La primera de ellas se inicia del verso 1 al 4 y pone una especie de introducción o presentación del protagonista del poema: las moscas.

2. La segunda iría del verso 5 al 33 y nos hablaría de las características que poseen las moscas: voraces, pertinaces,…

3. La tercera parte seria el desenlace o final del poema e iria del verso 34 al 39: el autor cierra el poema dedicado a las moscas con una conclusión: evocáis todas las cosas.

El poema Las Moscas, de Antonio Macado se compone de 39 versos octosílabos encadenados mayoritariamente (menos 2 tetrasílabos) y, por tanto, de arte menor, cuyo esquema es:

8a, 8b, 8a, 8b

8a, 8b, 8a, 8b

8a, 8b, 8a, 8b

8c, 8d, 4c, 8d

8e, 8f, 8e, 8f

8g, 8h, 8g, 8h, 8i, 8i

8j, 8j, 8j, 8j, 8j, 8k, 8k

4l, 8m, 8l, 8l, 8m, 8l

En los veros 6, 10, 27 y 31 se cuenta una sílaba más por ser aguda. Los versos 15 y 33 son tetrasílabos. Hay sinalefas en los versos: 4, 6, 8, 11, 12, 13, 17, 18, 21, 23, 24, 28, 30, 31, 35 y 39.

En el poema que comentamos hay muchos adjetivos, todos ellos aplicados al sustantivo moscas: familiares, golosas, vulgares, viejas, voraces, pertinaces,… Los adjetivos van al tanto delante del sustantivo (“raudas moscas”) como detrás (“moscas vulgares”).

Hay también figuras retóricas del verso (5 al 9 y del 10 al 12). Una comparación encontrarnos en el verso 6: “como abejas en abril”.

Hay anáforas o repeticiones de “sobre” en los versos 29, 30, 31 y 32 y también repetición de “de” en los versos 21, 22 y 23…

En el poema hay tantsa comas entre pequeñas palabras que hace que su lectura sea rápida y pausada a la vez, como el vuelo de una mosca.

En definitiva, es un poema muy logrado en el que el autor nos trata sobre un tema tan vulgar y familiar a la vez como es el de las moscas. Recalca el autor que, de tan familiares que son y lo acostumbrados que estamos de verlas, “no tendréis digno cantor” (verso 28), pero parece ser que él sí que lo ha hecho, y bien, pues es un poema divertido y rápido que te atrapa (también está muy bien la versión musical que hace el cantautor Joan Manuel Serrat: va igual de rápida que el texto.