Para empezar esta reflexión deberíamos cerrar los ojos e
imaginarnos un día a día de nuestra infancia y pensar si esas tierras que nos servían
de escondites y grandes juegos se asociaban a la felicidad o a la tristeza.
En cuanto a mi tierra no tengo ninguna duda de que el parque, el puerto, la playa, el colegio… en los que crecí simbolizan la libertad de poder imaginar y crear todos los juegos posibles día tras día. Por ello, desde la visión de mi infancia, no hay nada que cambiaría en esta ciudad de ensueño. Sin embargo, cuando creces todo cambia y es entonces cuando se produce un abandono de está visión y empiezas a ver los defectos de la ciudad que tantas alegrías te dio. Abandonas la bondad en tu crítica y empezarías a cambiarlo todo. Pero ¿sabéis que? Yo sinceramente no cambiaría nada porque si mi tierra fuera diferente, quizás no la hubiera disfrutado de la misma forma.
En cuanto a mi tierra no tengo ninguna duda de que el parque, el puerto, la playa, el colegio… en los que crecí simbolizan la libertad de poder imaginar y crear todos los juegos posibles día tras día. Por ello, desde la visión de mi infancia, no hay nada que cambiaría en esta ciudad de ensueño. Sin embargo, cuando creces todo cambia y es entonces cuando se produce un abandono de está visión y empiezas a ver los defectos de la ciudad que tantas alegrías te dio. Abandonas la bondad en tu crítica y empezarías a cambiarlo todo. Pero ¿sabéis que? Yo sinceramente no cambiaría nada porque si mi tierra fuera diferente, quizás no la hubiera disfrutado de la misma forma.
1 comentario:
Irati, no te olvides de los signos de interrogación, al principio y al final.
¿No hay nada de ningún sitio que te traerías a Cambrils?
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