Los de 2º de bachillerato 2013

domingo, 15 de enero de 2012

FILOSOFÍA

Pío Baroja estaba muy interesado en el tema de la filosofía, así que a lo largo de toda la novela, pero más a fondo en el cuarto capítulo del libro, aparece reproducida ésta misma, en boca de Schopenhauer y Kant, sobre todo. Tras la muerte de su hermano Luis, el dolor de Andrés se agudiza, lo que le lleva a filosofar de nuevo con su tío Iturrioz tratando de encontrar en ese "plan filosófico" la respuesta a la vida y a la muerte, pero principalmente la razón del mundo. Hurtado dice a su tío que ha encontrado la respuesta a esas preguntas en las teorías de Schopenhauer y entonces mantienen una profunda discusión ya que ellos tienen pocos puntos en común en lo referente a sus pensamientos. Iturrioz argumenta que encontrar la razón de la vida es imposible. En este preciso momento es cuando se hace alusión a los árboles de la vida y de la ciencia, un pasaje bíblico que explicaría la razón del nombre de la novela. El árbol de la vida es más frondoso y abundante, mientras que el de la ciencia es pobre y escaso en frutos. El problema reside en que aceptar el de la ciencia conlleva la soledad y posteriormente la muerte y el de la vida, la ignorancia pero también la felicidad. Andrés opina que la gente debería dar más importancia a la ciencia, la considera la única solución del hombre para romper con la incultura. A pesar de las recomendaciones de su tío para que no se vaya a Alcolea del campo ya que no le ve preparado, Andrés actúa instintivamente y tal como Iturrioz había previsto, adquiere más pesimismo y odio que antes, por lo que decide usar el método de la ataraxia, que consiste en tranquilizarse mental y físicamente, disminuir la intensidad de los impulsos y mantener una actitud serena. Así pierde su actitud agresiva y comienza a ver que desaparecen sus problemas de artrosis. Aun siguiendo con su método de relajación, Andrés sufre un impulso sexual que le lleva a tener relaciones con una mujer casada el día antes de marcharse de vuelta a Madrid. Esto no tendría mucha importancia si no fuera por el hecho de que uno de los puntos que defiende la filosofía de Schopenhauer es que estos impulsos sexuales son uno de los factores que pueden acabar con la paz interior, así que observamos como Baroja a lo largo de la historia defiende sus pensamientos incluyéndolos hasta en las acciones del su alter-ego. Una vez regresado a la capital, Hurtado contrae matrimonio con Lulú y aunque de forma un tanto peculiar, continúa con su vida de manera aislada, trabaja en casa y no sale demasiado, solo para ir con Lulú a algún sitio especial. A pesar del aspecto sano que parecía tener la nueva familia, en el fondo de la mente de Andrés proseguía un ideal: que su vida era una ventana abierta hacia un prominente abismo, pero hasta ahora todo parecía ir correctamente. Un día llegó la desgracia, Lulú enfermó en el momento de tener al niño que había engendrado y ambos fallecieron en el parto (cabe destacar que Andrés tuvo muchísimas dudas para afrontar la decisión de ser padre, ya que él pensaba que si tenía un niño con artrosis lo único que estaría haciendo sería ser un mal padre ya que condenaba a su propio hijo a la futura desgracia). Después de todos estos trágicos sucesos, Andrés formula unas palabras que hacen ver al lector la paradoja del libro, ¿qué voy a hacer ahora sin Lulú?, y es que ella era la salvación de Andrés, le había dado la tranquilidad que tanto había estado buscando y estaba manteniendo una vida en total armonía. Éste no pudo soportar el tener que volver a buscarse la vida y se suicidó poco después. Entonces, Andrés Hurtado había elegido el Árbol de la ciencia, que predecía la muerte para quien comía de él, pero, ¿catalogaríamos su muerte de física? ¿O fue una liberación de su mente, la misma que le había traído innumerables problemas desde hacía muchísimo tiempo?

1 comentario:

Unknown dijo...

Andreu, has hecho un BUEN comentario: riguroso, profundo y muy personal.

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