El mar, mi ciudad.

Reus, mi ciudad, donde yo nací, crecí un poquito y aprendí. Aunque lleve más tiempo en Cambrils, ya que yo me vine aquí con 6 o 7 añitos, yo recuerdo toda mi infancia en Reus. La mayor parte de mi familia vive allí, por tanto sigo apegada a ese lugar.
¿Qué decir de Reus? Es una ciudad muy bonita, con edificios preciosos y con mucha historia. Cuando caminas por las calles del casco antiguo, dirigiéndote a Plaza Prim o a la Plaza del Ayuntamiento, esas calles tan antiguas y tan estrechas que te transportan al pasado, contrastan con esas avenidas tan grandes llenas de tiendas a un lado y al otro… Sin embargo a Reus le falta algo esencial en mi vida, algo que hace que no lo pueda echar de menos, que no desee volver a vivir allí… El mar, la playa. Una ciudad sin playa, sin mar, en la que tienes que coger el coche expresamente para sentir la arena en los pies, el viento marino en la cara, es como un cuchillo sin sierra, una flor sin pétalos, una noche sin estrellas... Yo, que cojo la bici y en un minuto ya estoy sentada en una toalla mirando al infinito… Es mi vía de escape, y por tanto, no podría vivir en una ciudad sin ese lugar en el que me es más fácil pensar, reflexionar e incluso ser feliz. Por eso mismo me enamoré de Cambrils.