¡Mi tierra, ay mi tierra! Ese clima,
esos olores, esos paisajes... Ver la sonrisa de la gente al saludarte no tiene
precio, que te deseen “buenos días” por la mañana es la mejor sensación del
mundo. Nunca olvidas desde pequeño eso, está grabado en mi memoria. No hay nada
como echar de menos a la tierra a la cual perteneces y regresar a ella y volver
a sentirte pequeño otra vez, recordando tardes y tardes, perdido entre avenidas
y aceras.
Mi sueño para mejorarla sería hacer lo
posible para que todo el mundo tuviese un motivo para sonreír cada día. Tú
puedes estar alegre y a la vez sentirte solo, pero aquí todos somos uno mismo,
porque de la unión nace la fuerza de mi tierra.
¡Mi tierra, ay mi tierra!, perdida en
algún rincón del mapa, tan pequeña pero a la vez tan grande.
1 comentario:
Bien, Alexandre, esto va cada día mejor.
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