La ventanas de esta gente, la gran mayoría se llenan de vaho con el aliento de esperanza en que algún día su Dios haga justicia y derrote las barreras entre la oscuridad
y la iluminación de la felicidad y el cambio.
lunes, 8 de octubre de 2012
París desde mi ventana
La ciudad de París, se encuentra
inmersa en una gran antítesis de todo aquello bueno con lo malo.
Hombres y mujeres vagabundean por el desorden inefable del claroscuro de la ciudad. La calles contraponen la alta burguesía de los
alrededores del gran dictador de la ciudad, que ordena la presencia de la elegancia y el buen gusto por el arte, con la pobreza de
quienes no pueden creer a esta gran presencia.
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1 comentario:
Irati, simplifica la expresión. El lenguaje literario no tiene por qué ser grandilocuente.
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